Descripción
Los canutillos clásicos rellenos de crema son un verdadero deleite que nos transporta a la infancia, evocando recuerdos de meriendas en familia y celebraciones especiales. Este postre, de origen europeo, ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a la perfecta combinación de una masa crujiente y dorada con un relleno cremoso y suave. Cada bocado es una explosión de sabores y texturas que invitan a saborear la vida con un poco más de dulzura. Preparar canutillos en casa no solo es un homenaje a la tradición, sino también una oportunidad de compartir con los seres queridos un postre que nunca pasa de moda.
Ingredientes
- Para la masa:
- 250 gramos de harina de trigo
- 50 gramos de mantequilla
- 1 huevo
- 100 ml de vino blanco
- 1 pizca de sal
- Aceite para freír
- Azúcar glas para espolvorear
- Para el relleno de crema:
- 500 ml de leche
- 100 gramos de azúcar
- 50 gramos de harina de maíz (maicena)
- 4 yemas de huevo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Cáscara de limón (opcional)
Modo de preparación
Preparación de la masa: En un bol grande, mezcla la harina con la sal y la mantequilla cortada en cubos pequeños. Amasa con las manos hasta obtener una textura arenosa. Añade el huevo y el vino blanco, y continúa amasando hasta formar una masa suave y elástica. Cubre con un paño y deja reposar durante 30 minutos.
Estirar la masa: Divide la masa en porciones pequeñas y estírala con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta que quede bien fina. Corta tiras de aproximadamente 3 cm de ancho y envuélvelas en moldes para canutillos (si no tienes moldes, puedes improvisar con papel aluminio). Asegúrate de superponer ligeramente las tiras de masa para que los canutillos no se abran al freírlos.
Freír los canutillos: Calienta abundante aceite en una sartén profunda y fríe los canutillos a fuego medio hasta que estén dorados y crujientes. Retíralos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Una vez fríos, retira con cuidado los moldes.
Preparación de la crema: Mientras los canutillos se enfrían, prepara el relleno. En una cacerola, calienta la leche con la cáscara de limón (si la usas) y la vainilla. En otro bol, bate las yemas con el azúcar y la maicena hasta obtener una mezcla homogénea. Cuando la leche esté a punto de hervir, retira la cáscara de limón y vierte lentamente la mezcla de yemas, removiendo constantemente para evitar grumos. Cocina a fuego lento hasta que la crema espese. Retira del fuego y deja enfriar completamente.
Relleno y presentación: Con la ayuda de una manga pastelera, rellena los canutillos con la crema y espolvorea con azúcar glas antes de servir. Puedes decorarlos con frutas frescas, chocolate rallado o almendras laminadas para darles un toque especial.
Consejos y Conclusión
Para evitar que la crema se endurezca o forme costra mientras se enfría, cubre la superficie con film transparente, asegurándote de que toque directamente la crema. Esto mantendrá su textura suave y sedosa, ideal para rellenar los canutillos.
Los canutillos clásicos rellenos de crema son más que un postre; son una experiencia que combina tradición, sabor y un toque de cariño en cada paso de su preparación. Aunque su elaboración puede parecer laboriosa, el resultado final justifica cada minuto dedicado en la cocina. La combinación de la masa crujiente con la suavidad de la crema es simplemente irresistible. Ya sea para una ocasión especial o para disfrutar en una tarde tranquila, estos canutillos son el dulce perfecto para compartir y crear nuevos recuerdos con aquellos que más queremos. ¡Anímate a prepararlos y sorprende a todos con este clásico atemporal!