Ingredientes:
1 lata de leche condensada (397g)
1 taza de leche líquida (puedes usar la misma lata de la leche condensada como medida)
5 huevos
1 cucharadita de vainilla
1 taza de azúcar (para el caramelo)
1/4 taza de agua (para el caramelo)
Preparación:
1. En una olla pequeña a fuego medio, agrega el azúcar y el agua.
2. Cocina sin revolver hasta que el azúcar se derrita y se torne en un color ámbar (puedes mover suavemente la olla para que el caramelo se haga de manera uniforme).
3. Vierte inmediatamente el caramelo en un molde (usualmente se usa uno redondo de aluminio con tapa, conocido como quesillera).
4. Gira el molde para que el caramelo cubra el fondo y parte de los lados.
5. En una licuadora, mezcla los huevos, la leche condensada, la leche líquida y la vainilla hasta que todo esté bien integrado.
6. Vierte la mezcla sobre el caramelo ya endurecido en el molde.
7. Tapa el molde (si es una quesillera, usa su tapa; si no, cubre bien con papel aluminio).
8. Cocina en baño de María. Puedes hacerlo de dos maneras:
9. Coloca el molde dentro de una olla grande con agua que cubra hasta la mitad del molde y deja cocinar a fuego medio-alto durante 1 hora y 15 minutos.
10. Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca el molde en una bandeja para hornear con agua caliente (también al baño de María) y hornea por 1 hora o hasta que al insertar un cuchillo en el centro, este salga limpio.
11. Deja que el quesillo se enfríe a temperatura ambiente y luego refrigéralo por al menos 4 horas (preferiblemente toda la noche).
12. Para desmoldarlo, pasa un cuchillo alrededor del borde del molde, cubre con un plato y voltea rápidamente.