Comer delicioso y saludable ya no es un desafío con recetas como esta. Los postres ya no tienen que ser un lujo ocasional.
Con ingredientes naturales, frescos y llenos de sabor, podemos disfrutar de delicias que nutren nuestro cuerpo y complacen al paladar.
La torta de avena y zanahoria es perfecta para aquellos días en que queremos algo dulce, pero sin remordimientos.
Así que, si estás buscando una opción ligera, nutritiva y exquisita, ¡aquí te presentamos cómo hacerla!
Ingredientes
- Avena: 1 taza (130 g).
- Yogur natural: 1 taza (250 ml).
- Huevo: 2 unidades.
- Miel o jarabe: 2 cucharadas (50 g).
- Zanahorias: 2 unidades (300 g).
- Manzanas: 2 unidades (320 g).
- Nueces (cantidad al gusto para decorar).
Preparación
1. En un recipiente, combina la avena con el yogur natural y deja reposar la mezcla durante 5 minutos.
2. Agrega los huevos y el jarabe o miel, mezclando bien hasta integrar.
3. Ralla las zanahorias con un rallador fino y añádelas a la mezcla.
4. Pela y ralla las manzanas. Incorpóralas al recipiente.
5. Vierte la mezcla en un molde previamente engrasado o forrado con papel manteca.
6. Espolvorea algunas nueces por encima para darle un toque crujiente y delicioso.
7. Precalienta el horno a 180°C y hornea durante 40-45 minutos o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
8. Deja enfriar antes de servir.
Consejos:
- Textura perfecta: Para una textura más húmeda, puedes optar por manzanas de variedades más jugosas.
- Almacenamiento: Si no planeas consumir todo el pastel en el día, guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador para mantenerlo fresco.
- Complementos: Esta torta va perfectamente con una bola de helado sin azúcar o con un poco de yogur natural por encima.
- Endulzantes naturales: Si prefieres otro tipo de dulzor, puedes experimentar con sirope de ágave o de arce en lugar de la miel.
- Salud primero: Recuerda que, a pesar de ser más saludable, sigue siendo un postre. Disfrútalo con moderación.
La combinación de avena y zanahoria crea una textura húmeda y sabrosa, realzada por el toque de las manzanas y el crujiente de las nueces.