Ingredientes:
500 gramos de harina de trigo
250 ml de leche
100 gramos de azúcar
75 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)
1 huevo
25 gramos de levadura fresca (o 7 gramos de levadura seca)
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación:
1. Si usas levadura fresca, disuélvela en un poco de leche tibia (no caliente) junto con una cucharadita de azúcar y deja reposar unos 10-15 minutos hasta que esté espumosa. Si usas levadura seca, mezcla directamente con la harina.
2. En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
3. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y añade la leche, el huevo, la mantequilla (en pequeños trozos) y la esencia de vainilla. Si usaste levadura fresca, añádela también en este paso.
4. Mezcla todos los ingredientes hasta formar una masa homogénea. Amasa durante unos 10-15 minutos, hasta que la masa esté suave y elástica. Puedes hacerlo a mano o con una amasadora.
5. Forma una bola con la masa, colócala en un bol ligeramente engrasado y cúbrela con un paño húmedo. Deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
6. Desinfla la masa y divídela en porciones (puedes hacer un pan grande o varios pequeños). Forma bolas o cilindros con cada porción y colócalos en una bandeja de horno forrada con papel pergamino.
7. Cubre los panes con un paño húmedo y deja reposar nuevamente en un lugar cálido durante unos 45 minutos, o hasta que hayan aumentado de tamaño.
8. Precalienta el horno a 180°C (350°F). Pincela los panes con un poco de leche o huevo batido para darles un acabado brillante. Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que los panes estén dorados y suenen huecos al golpearlos ligeramente en la base.
9. Deja enfriar los panes sobre una rejilla antes de servir.